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Jorge Luis Borges
(1899–1986)



(Artificios, 1944;
Ficciones, 1944)




There seemed a certainity in degradation.
T. E. Lawrence: Seven Pillars of Wisdom, ciii



         En el Asia Menor o en Alejandría, en el segundo siglo de nuestra fe, cuando Basílides publicaba que el cosmos era una temeraria o malvada improvisación de ángeles deficientes, Niels Runeberg hubiera dirigido, con singular pasión intelectual, uno de los coventículos gnósticos. Dante le hubiera detinado, tal vez, un sepulcro de fuego; su nombre aumentaría los catálogos de heresiarcas menores, entre Satornilo y Carpócrates; algún fragmento de su prédicas, exonerado de injurias, perduraría en el apócrifo Liber adversus omnes haereses o habría perecido cuando el incendio de una bibilioteca monástica devoró el último ejemplar del Syntagma. En cambio, Dios le deparó el siglo veinte y la ciudad universitaria de Lund. Ahí, en 1904, publicó la primera edición de Kristus och Judas; ahí, en 1909, su libro capital Den hemlige Frälsaren. (Del último hay versión alemana, ejecutada en 1912 por Emili Schering; se llama Der heimliche Heiland.)
         Antes de ensayar un examen de los precitados trabajos, urge repetir que Nils Runeberg, miembro de la Unión Evangélica Nacional, era hondamente religioso. En un cenáculo de París o aun en Buenos Aires, un literato podría muy bien redescubir las tesis de Runeberg; esas tesis, propuestas en un cenáculo, serían ligeros ejercicios inútiles de la negligencia o de la blasfemia. Para Runeberg, fueron la clave que descifra un misterio central de la teología; fueron materia de meditación y análisis, de controversia histórica y filológica, de soberbia, de júbilo y de terror. Justificaron y desbarataron su vida. Quienes recorran este artículo, deben asimismo considerar que no registra sino las conclusiones de Runeberg, no su dialéctica y sus pruebas. Alguien observará que la conclusión precedió sin duda a las “pruebas”. ¿Quién se resigna a buscar pruebas de algo no creído por él o cuya prédica no le importa?
         La primera edición de Kristus och Judas lleva este categórico epígrafe, cuyo sentido, años después, monstruosamente dilataría el propio Nils Runeberg: No una cosa, todas las cosas que la tradición atribuye a Judas Iscariote son falsas (De Quincey, 1857). Precedido por algún alemán, De Quincey especuló que Judas entregó a Jesucristo para forzarlo a declarar su divinidad y a encender una vasta rebelión contra el yugo de Roma; Runeberg sugiere una vindicación de índole metafísica. Hábilmente, empieza por destacar la superfluidad del acto de Judas. Observa (como Robertson) que para identificar a un maestro que diariamente predicaba en la sinagoga y que obraba milagros ante concursos de miles de hombres, no se requiere la traición de un apostol. Ello, sin embargo, ocurrió. Suponer un error en la Escritura es intolerable; no menos tolerable es admitir un hecho casual en el más precioso acontecimiento de la historia del mundo. Ergo, la trición de Judas no fue casual; fue un hecho prefijado que tiene su lugar misterioso en la economía de la redención. Prosigue Runeberg: El Verbo, cuando fue hecho carne, pasó de la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin límites a la mutación y a la carne; para corresponder a tal sacrificio, era necesario que un hombre, en representación de todos los hombres, hiciera un sacrificio condigno. Judas Iscariote fye ese hombre. Judas, único entre los apóstoles intuyó la secreta divinidad y el terrible propósito de Jesus. El Verbo se había rebajado a mortal; Judas, discípulo del Verbo, podía rebajarse a delator (el peor delito que la infamia soporta) y ser huésped del fuego que no se apaga. El orden inferior es un espejo del orden superior; las formas de la tierra corresponden a las formas del cielo; las manchas de la piel son un mapa de las incorruptibles constelaciones; Judas refleja de algún modo a Jesús. De ahí los treinta dineros y el beso; de ahí la muerte voluntaria, para merecer aun más la Reprobación. Así dilucidó Nils Runeberg el enigma de Judas.
         Los teólogos de todas las confesiones lo refutaron. Lars Peter Engström lo acusó de ignorar, o de preterir, la unión hipostática; Axel Borelius, de renovar la herejía de los docetas, que negaron la humanidad de Jesus; el acerado obispo de Lund, de contradecir el tercer versículo del capítulo 22 del Evangelio de San Lucas.
         Estos variados anatemas influyeron en Runeberg, que parcialmente reescribió el reprobado libro y modificó su doctrina. Abandonó a sus adversarios el terreno teológico y propuso oblicuas razones de orden moral. Admitió que Jesús, «que disponía de los considerables recursos que la Omnipotencia puede ofrecer», no necesitaba de un hombre para redimir a todos los hombres. Rebatió, luego, a quienes afirman que nada sabemos del inexplicable traidor; sabemos, dijo, que fue uno de los apóstoles, uno de los elegidos para anunciar el reino de los cielos, para sanar enfermos, para limpiar leprosos, para resucitar muertos y para echar fuera demonios (Mateo 10: 7­8; Lucas 9: 1). Un varón a quien ha distinguido así el Redentor merece de nosotros la mejor interpretación de sus actos. Imputar su crimen a la codicia (como lo han hecho algunos, alegando a Juan 12: 6) es resignarse al móvil más torpe. Nils Runeberg propone el móvil contrario: un hiperbólico y hasta ilimitado ascetismo. El asceta, para mayor gloria de Dios, envilece y mortifica la carne; Judas hizo lo propio con el espíritu. Renunció al honor, al bien, a la paz, al reino de los cielos, como otros, menos heroicamente, al placer.[1] Premeditó con lucidez terrible sus culpas. En el adulterio suelen participar la ternura y la abnegación; en el homicidio, el coraje; en las profanaciones y la blasfemia, cierto fulgor satánico. Judas eligió aquellas culpas no visitadas por ninguna virtud: el abuso de confianza (Juan 12: 6) y la delación. Obró con gigantesca humildad, se creyó indigno de ser bueno. Pablo ha escrito: El que se gloria, gloríese en el Señor (I Corintios 1: 31); Judas buscó el Infierno, porque la dicha del Señor le bastaba. Pensó que la felicidad, como el bien, es un atributo divino y que no deben usurparlo los hombres.[2]
         Muchos han descubierto, post factum, que en los justificables comienzos de Runeberg está su extravagante fin y que Den hemlige Frälsaren es una mera perversión o exasperación de Kristus och Judas. A fines de 1907, Runeberg terminó y revisó el texto manuscrito; casi dos años transcurrieron sin que lo entregara a la imprenta. En octubre de 1909, el libro apareció con un prólogo (tibio hasta lo enigmático) del hebraísta dinamarqués Erik Erfjord y con este pérfido epígrafe: En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció (Juan 1: 10). El argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa. Dios, arguye Nils Runeberg, se rebajó a ser hombre para la redención del género humano; cabe conjeturar que fue perfecto el sacrificio obrado por él, no invalidado o atenuado por omisiones. Limitar lo que padeció a la agonía de una tarde en la cruz es blasfematorio.[3] Afirmar que fue hombre y que fue incapaz de pecado encierra contradicción; los atributos de impeccabilitas y de humanitas no son compatibles. Kemnitz admite que el Redentor pudo sentir fatiga, frío, turbación, hambre y sed; también cabe admitir que pudo pecar y perderse. El famoso texto Brotará como raíz de tierra sedienta; no hay buen parecer en él, ni hermosura; despreciado y el último de los hombres; varón de dolores, experimentado en quebrantos (Isaías 53: 2­3), es para muchos una previsión del crucificado, en la hora de su muerte; para algunos (verbigracia, Hans Lassen Martensen), una refutación de la hermosura que el consenso vulgar atribuye a Cristo; para Runeberg, la puntual profecía no de un momento sino de todo el atroz porvenir, en el tiempo y en la eternidad, del Verbo hecho carne. Dios totalmente se hizo hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue judas.
         En vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund. Los incrédulos la consideraron, a priori, un insípido y laborioso juego teológico; los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia ecuménica una casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa indiferencia; Dios no quería que se propalara en la tierra Su terrible secreto. Runeberg comprendió que no era llegada la hora: Sintió que estaban convergiendo sobre él antiguas maldiciones divinas; recordó a Elías y a Moisés, ,que en la montaña se taparon la cara para no ver a Dios; a Isaías, que se aterró cuando sus ojos vieron a Aquel cuya gloria llena la tierra; a Saúl, cuyos ojos quedaron ciegos en el camino de Damasco; al rabino Simeón ben Azaí, que vio el Paraíso y murió; al famoso hechicero Juan de Viterbo, que enloqueció cuando pudo ver a la Trinidad; a los Midrashim, que abominan de los impíos que pronuncian el Shem Hamephorash, el Secreto Nombre de Dios. ¿No era él, acaso, culpable de ese crimen oscuro? ¿No sería ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no será perdonada (Mateo 12: 31)? Valerio Sorano murió por haber divulgado el oculto nombre de Roma; ¿qué infinito castigo sería el suyo, por haber descubierto y divulgado el horrible nombre de Dios?
          Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno.
         Murió de la rotura de un aneurisma, el primero de marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al concepto del Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio.

1944


[1] Borelius interroga con burla: ¿Por qué no renunció a renunciar? ¿Porqué no a renunciar a renunciar?.

[2] Euclydes da Cunha, en un libro ignorado por Runeberg, anota que para el heresiarca de Canudos, Antonio Conselheiro, la virtud «era una casi impiedad». El lector argentino recordará pasajes análogos en la obra de Almafuerte. Runeberg publicó, en la hoja simbólica Sju insegel, un asiduo poema descriptivo, El agua secreta; las primeras estrofas narran los hechos de un tumultuoso día; las úttimas, el hallazgo de un estanque glacial; el poeta sugiere que la perduración de esa agua silenciosa corrige nuestra inútil violencia y de algún modo la permite y la absuelve. El poema concluye así: El agua de la selva es feliz; podemos ser malvados y dolorosos.

[3] ­Maurice Abramowicz observa: “Jésus, d'aprés ce scandinave, a toujours le beau rôle; ses déboires, grâce à la science des typographes, jouissent d'une réputabon polyglotte; sa résidence de trente­trois ans parmi les humains ne fut en somme, qu'une villégiature”. Erfjord, en el tercer apéndice de la Christelige Dogmatik refuta ese pasaje. Anota que la crucifixión de Dios no ha cesado, porque lo acontecido una sola vez en el tiempo se repite sin tregua en la eternidad. Judas, ahora, sigue cobrando las monedas de plata; sigue besando a Jesucristo; sigue arrojando las monedas de plata en el templo; sigue anudando el lazo de la cuerda en el campo de sangre. (Erlord, para justificar esa afirmación, invoca el último capítulo del primer tomo de la Vindicación de la eternidad, de Jaromir Hladík).


from http://www.literatura.us/borges/tres.html

 

關於猶大的三種說法

 

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             墮落似乎已經在劫難逃。

         TE.勞倫斯1:《智慧七柱》,103

 

  1勞倫斯(18881935),英國軍人、作家,在阿拉伯國家為英帝國收集情報,進行策反工作。

  西元2世紀,當巴西利德斯1在小亞細亞或亞歷山大城宣稱,宇宙是有缺陷的天使們莽撞或險惡的即興創造時,尼爾斯·呂內貝格已經以他特有的激情領導一個諾斯替小教派。但丁也許會在《神曲》裏把他打入煉獄;他的名字在薩托尼洛和卡波克拉底斯之流的異教創始人名單上增添了一個;他的謾罵性說教的某些片斷也許會留在偽撰的《異端邪說諸家批判書》裏,也許在一座寺院藏書樓的大火燒毀最後的一本《語錄》時付之一炬。相反的是,上帝給了他在20世紀的隆德大學城重新出頭的機會。1904年,那裏出了《基督與猶大》的初版本;1909年,又出了他的主要著作《神秘的救世主》。(後者有1912年問世的埃米爾·謝林的德文譯本,書名是Der heimliche Heiland。)

  1巴西利德斯,生於敘利亞,諾斯替教派創始人。

  在審視那些草率的作品之前,必須再次指出,尼爾斯·呂內貝格作為全國福音協會會員是十分虔誠的。在巴黎,甚至在布宜諾斯艾利斯的文人墨客的聚會上,很容易重新遇到呂內貝格的論點;那些論點無非是輕率或者褻瀆神聖的無聊廢話。對呂內貝格卻是破譯一個重大的神學奧秘的關鍵;是思考和分析、歷史學和語言學論爭的材料,足以讓人感到自豪、高興和恐怖。那些論點既證明瞭他的價值,又打亂了他的生活。讀者應該記住,本文涉及的不是呂內貝格的論證和證據,只是他的結論。有人會注意到,早在“證據”之前已經作出結論。但是誰會有這份耐心去尋找他不相信的東西,或者與他無關的說教呢?

  《基督與猶太》初版本的標題清楚明瞭,尼爾斯·呂內貝格本人幾年後荒唐地延伸了它的意義:傳統加在以色加略人擾大頭上的事統統是假的,沒有一件是真的。(德昆西,1857)某個德國人先前也發表過相似的意見;據德昆西猜測,猶大之所以出賣耶穌基督是為了迫使他宣佈他的神性,激起反抗羅馬壓迫的廣泛的起義;呂內貝格提出一個形而上學的辯護。他首先巧妙地強調猶大的行為純屬多餘。他(像羅伯遜1那樣)指出,耶穌每天在猶太人聚會上宣揚教義,在幾幹人面前創造奇跡,根本用不著由一個出賣他的門徒來指認。然而,指認的事還是發生了。認為《聖經》有錯是不能容忍的;認為世界歷史上最重大的事件中出現偶然性是同樣不能容忍的。因此,猶大賣主並非偶然,而是預先安排好的、在耶穌捨身救世的過程中佔有神秘位置的事件。呂內貝格接著指出:聖子成為肉身之後,便從無處不在到了有形的空間,從永恆到了歷史,從無限幸福到了生老病死苦;為了同這樣的犧牲相匹配,一個代表全體人類的人必須作出應有的犧牲。所有的門徒中間唯獨以色加略人猶大覺察到了秘密的神性和耶穌的意圖。既然聖子可以屈尊成為凡人;聖子的門徒猶大當然也可以降格成為告密者(最卑劣的罪惡),在永不熄滅的地獄之火裏委屈一下。下級是上級的鏡子;人間的形象和天上的形象對應;皮膚上的斑點是終古常新的星座圖像;猶大以某種方式反映了耶穌。由此產生了那三十枚銀幣和叛賣之吻;產生了自殺,以便更心甘情願地被打入地獄。尼爾斯·呂內貝格用這種方式闡明瞭猶大之謎。

  1羅伯遜(17211793),蘇格蘭歷史學家,英國國王的史官。

  各種學派的神學家紛紛加以駁斥。拉爾斯·彼得·恩斯特倫指責他對人神合一之說完全無知或者略而不提;阿克塞爾·博雷留斯指責他重新搬出那些否認耶穌的人性、主張基督只是幻影、沒有肉身的異端邪說;隆德主教尖銳地指責他同《路加福音》二十二章三節的教導相悖1。

  1《路加福音》二十二章三節說:“這時,撒但入了那稱為加略人猶大的心,他本是十二門徒裏的一個。”

  這些斥責對呂內貝格起了作用,他部分改寫了那本遭到非難的書,修正了他的學說。他把神學領域拱手讓給他的對手們,迂回地提出道德方面的理由。他承認耶穌“確實具備萬能的主所能提供的種種條件”,不需要犧牲一個人去拯救全人類。隨後他向那些聲稱我們對那個難以解釋的叛徒一無所知的人發起反擊;他說,我們知道那人是十二門徒之一,被選去宣揚天國已經臨近,去醫治病人,叫長麻風的人潔淨,叫死人復活,把鬼趕出去(《馬太福音》十章七至八節;《路加福音》九章一節)。救世主既然對這樣的人委以如此重任,他的所作所為理應得到我們最好的解釋。把他的罪惡歸咎於貪婪(如同某些人引用《約翰福音》十二章六節時所做的那樣),只滿足於找一個最卑鄙的動機。尼爾斯·呂內貝格提出了一個相反的動機:誇大的甚至是無限的禁欲主義。禁欲主義者為了把更大的榮耀歸於上帝,貶低甚至折磨自己的肉體;猶大則貶低甚至折磨自己的精神。他像別人一樣舍棄了榮譽、幸福、安寧、天國,只是沒有像別人那樣勇敢地舍棄了歡樂1。他以可怕的清醒事先籌劃了他的罪行。通姦往往帶有柔情和自我犧牲;殺人往往需要勇氣;褻瀆神明往往夾雜著撒但的光芒。猶大選擇了那些不含任何德行的罪惡:辜負別人的信任(《約翰福音》十二章六節)和告密。他行事如此卑鄙,是因為他認為自己不配當好人。保羅寫道:如經上所記,誇口的當指著主誇口。(《哥林多前書》一章三十一節)猶大自找地獄,因為上帝幸福已使他滿足。他認為幸福是神的屬性,人們不該篡奪。2

  1博雷留斯嘲笑地問道:他為什麼不拒絕舍棄?他為什麼不這麼做?——原住

  2歐克利德斯·達庫尼亞在呂內貝格所不知的一本書裏寫道:對於卡努多斯異教創始人安東尼奧·孔塞萊羅來說,德行“幾乎成了不虔誠”。阿根廷讀者也許記得阿爾馬富埃爾特的作品裏也有相似的段落。日內貝格在象徵主義報刊《Sju insegel》發表了一首題為《秘密的水》的敘事詩;前幾節描寫了一天中紛亂的事,最後幾節寫了一池冰冷的水;詩人暗示,那池靜水糾正了我們無益的暴力,同時又以某種方式允許和寬恕了它的存在。詩的結尾是這樣的:森林中的水是幸福的;而我們可能是邪惡和痛苦的。——原注

  許多人事後發現,呂內貝格最初那些差強人意的論點已經包含了離奇的結論,《神秘的救世主》無非是對《基督與猶大》的歪曲和強化。1907年底,呂內貝格完成並修改了手稿;幾乎過了兩年才交給印刷所。那本書於190910月出版,有丹麥的希伯來語言文化學家埃裏克·埃爾菲尤德寫的一篇不痛不癢的、費解的前言和如下的不實的題詞:他在世界,世界也是借著他造的,世界卻不認識他。(《約翰福音》一章十節)總的說來,書的內容並不復雜,結論卻驚世駭俗。尼爾斯·呂內貝格聲稱耶穌為了拯救人類而屈尊來到人間;可以設想他作出的犧牲應是完美的,不會由於某些疏忽而失效或者遜色。把他遭受的苦難僅僅限於被釘在十字架上的一個下午的臨終痛苦,乃是對他的褻瀆1。說他是人並且不可能犯錯誤是互相矛盾的;完美和人的屬性是不相容的。肯比斯2承認救世主也感到疲倦、寒冷、困惑、饑渴;還應承認的是,他也可能犯錯誤,迷失方向。他在耶和華面前生長如嫩芽,像根出於於地。他無佳形美容,我們看見他的時候,也無美貌使我們羡慕他。他被藐視,被人厭棄,多受痛苦,常經憂患。(《以賽亞書》五十三章二至三節)這段名言在許多人眼裏是耶穌釘十字架的預現;對某些人說來(例如漢斯·拉森·馬滕森),是對世俗認為基督長得漂亮的駁斥;對呂內貝格說來,是聖子成為肉身時確切地預言他並非暫時而是在整個險惡的未來將遭到厄運。耶穌完全成了凡人,不是一般的凡人,而是聲名狼藉的、遭到譴責的、永劫不復的凡人。他為了拯救我們,可以選擇紛紜複雜的歷史所羅織的任何一種命運;他可以成為亞歷山大大帝、畢達哥拉斯、盧尼克或耶穌;他選擇了最壞的命運:他成了猶大。

  1莫里斯·阿布拉莫維茨指出:“根據那個斯堪的納維亞人的看法,耶穌幹得十分出色;由於印刷術的發展,他的事跡已譯成多種文字;說到底,他在人間待了三十三年並非休閒度假。”埃爾菲尤德在《基督教學說》的附錄三中駁斥了這段話。他指出耶穌的受難並未結束,因為在時間範疇裏發生一次的事情,在永恆中不停重複。迄今為止,猶大仍在收取三十枚銀幣;仍在吻耶穌基督;仍在寺廟裏投銀幣;仍在血泊裏解繩索。(埃爾菲尤德為了證實這番話,引用了亞羅米爾·赫拉迪克的《永恆辯》。

  2此處原文是Kemnitz,似應是肯比斯(Kempis13801471),德國神秘主義作家,著有《基督的模仿》。

  斯德哥爾摩和隆德的書店推銷不出這本書。不信神的人有成見,認為它是沉悶乏味的神學遊戲;神學家們對之不屑一顧。日內貝格從普遍的冷漠中看到一個近乎奇跡的證明。上帝吩咐人們漠然處之;不希望他可怕的秘密在世間傳播。呂內貝格知道還不是時候。他感到古老的神的詛咒劈頭蓋腦地落到他身上;他想起在西乃山頂上用手遮住臉不看上帝的以利亞和摩西;想起那個看到上帝把榮光灑滿大地時驚恐萬分的以賽亞;想起在去大馬士革的路上突然失明的掃羅;想起見了天國而死去的猶太教博士西梅翁·本·阿紮伊;想起見了三位一體而發瘋的著名的巫師維特爾博的胡安;想起那些痛恨不敬神的人讀出上帝秘密的名字的猶太法學博士。他本人豈不是也犯下了那種罪惡?那豈不是不得赦免的褻瀆聖靈之罪(《馬太福音》十二章三十一節1)?巴萊裏奧·索拉諾由於傳播了羅馬秘密的名字而喪命;他發現並且傳播了上帝可怕的名字又該遭到什麼無限的懲罰呢?

  1《馬太福音》十二章三十一節原文是:“人一切的罪,和褻瀆的話,都可得赦免。唯獨褻瀆聖靈,總不得赦免。”

  尼爾斯·呂內貝格徹夜難眠,被論證搞得昏昏沉沉,在馬爾默街上到處亂跑,大聲祈求同救世主一起分享入地獄的恩寵。

  191231日,他因動脈瘤破裂而死。異教學研究者也許記得此人;他在似乎已經透徹的聖子的概念裏增添了有關邪惡和不幸的複雜性。

                               1944

 

from http://www.millionbook.net/wg/b/boerhesi/000/014.htm

 

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